Antes era una soltera de novia, pero soltera al fin, mientras que hoy dice ser una hembra sometida a un macho conservador. Tal el desplazamiento experimentado por Shakira entre su disco anterior (Sale el sol, 2010) y el de reciente aparición (Shakira), donde le dedica 23 a Gerard Piqué, el central del Barcelona que le ha robado el corazón, y The one thing a Milan, el hijo que tuvo con él. En la primera de las canciones mencionadas, al pequeño niño se le oye un gimoteo, incluso.
"Un par de años atrás me encontraba sola, solía pensar que no existía un Dios, pero entonces me miraste con tus ojos azules, y mi conocimiento se convirtió en polvo. Cuán bien me conoces", canta Shakira en la pieza que la consagra como una botinera abnegada.
La cuestión, entonces, pasa por analizar qué tanto cambió el arte de la diva pop a partir de la estabilidad sentimental y la maternidad. Con Shakira (el disco) en los auriculares, se nota una merma de "voracidad rítmico tímbrica", aunque ya quedó claro en el video de adelanto de Can't remember to forget you que la "voracidad lupina" permanece como estrategia de posicionamiento. La participación de Rihanna floja de ropas y contoneándose al unísono abona esta tesitura, aunque haya mediado previa consulta a Gerard para ver qué onda, si había margen para hacer algo tan subido de tono. Shakira pidiendo permiso, qué decepción.
Desoyendo este diagnóstico, la multinacional Sony calentó la previa con una campaña con mensajes (no tan) misteriosos, (no tan) de incógnito. Ésta consistió en el envío de correos electrónicos a periodistas con los siguientes textos: "Es loba, es testaruda, es artista"; "Es madre, es colombiana, es la #1"; "Es Shakira y punto".
Pero no es la misma Shakira. No es la artista pop que se forjó a sí misma como la Madonna latina, sino una madre reciente tan sólo interesada en mantener su status quo en cuanto estrella de una manera algo decepcionante. Esto es, publicando canciones en inglés sin tanto apego por lo "urbano - regional - global" a la manera de Waka Waka o Las caderas no mienten.
Es que en lugar de contemplar a todas las competidoras desde el Olimpo, incluso a las anglo, porque tiene la espalda para hacerlo, Shakira intenta parecerse demasiado a ellas. Ejemplos. En Spotlight, refiere a un amor cegador alineándose a Katy Perry; en Empire, juega a ser Regina Spektor para cantarle a "las estrellas le hacen el amor al universo"; en Medicine, suena más (norte) americana que (por citar a una estrella con basamento country) Taylor Swift para aludir a la típica situación de que un clavo saca otro clavo.
Para su post maternidad, Madonna llamó a un productor de moda (William Orbit) y concibió al renacentista Ray of light. En idéntica situación biológica, para este disco la colombiana se agenció un batallón de productores probados en los mercados centrales (estadounidense e inglés) y dispersó su impacto.
Los nombres propios por detrás del álbum son John Hill (Santigold, Jay Z, The Vaccines), Kid Harpoon (Florence + The Machine, Calvin Harris), Greg Kurstin (P! nk, Kelly Clarkson, Katy Perry), Steve Mac (Kelly Clarkson, One Direction), Mark Bright (Carrie Underwood), Busbee (P! nk, Lady Antebellum, Katy Perry) y The Messengers (Pitbull, Chris Brown, Christina Aguilera).
Un "de todo un poco" que redunda en un álbum de corte central para afectar las radios del mundo (Can't remember to forget you), otro de eurodance para afectar a las pistas del mundo (Dare La La La, con Carlinhos Brown y número puesto para sonar en el Mundial) y un resto diverso que más que "multicultural" opera como "relleno".
Pero hace unos días, en un salón del hotel W de Barcelona, Shakira apareció embutida en un escueto vestido negro de encaje y del brazo de Piqué para hablar de su álbum más personal. "No es conceptual, cada canción es diferente. Es ecléctico, sincero y muy honesto", añadió en el lanzamiento. "Es un reflejo de este período de mi vida en el que me siento muy feliz. Este trabajo está muy cerca de mi corazón", completó. Otros textuales del evento: "El disco significó muchas noches sin dormir y mucho trabajo"; "Sentí la necesidad orgánica de volver al estudio"; "A veces, me siento más letrista que vocalista"; "girar será un desafío importante porque ahora tenemos al bebé y Gerard no puede moverse de aquí".Shakira también confesó que ha incluido una canción en catalán, Boig per tu, de la banda Sau, en honor a los "dos catalanes más importantes de su vida". La plenitud sosegó a Shakira. Alto impacto El lanzamiento de Shakira viene precedido por el éxito de su primer single, Can't Remember to forget you, que llegó al número 1 en descargas en iTunes en 46 mercados y se situó en el Top 10 en 80 países, incluyendo Estados Unidos, Canadá, toda Latinoamérica, España y gran parte del resto de Europa.
Para este corte, Shakira grabó un video junto con Rihanna que ha superado en menos de dos meses los 200 millones de reproducciones en el canal oficial de YouTube. El video fue el segundo más visto en VEVO en sus primeras 24 horas, sólo por detrás de Wrecking ball, de Miley Cyrus.
A lo largo de su carrera, Shakira ha vendido 60 millones de copias de sus discos en todo el mundo y ha recibido numerosos premios, incluidos dos Grammys, ocho Grammys latinos, cuatro World Music Awards, tres American Music Awards y cinco Billboard Music Awards.
También es conocida por su labor solidaria a través de la Fundación Pies Descalzados, que alimenta y educa a niños pobres de Colombia y de otros países como Haití o Sudáfrica. Es también miembro de la Comisión Asesora en Excelencia Educativa para Hispanos del Presidente Obama. Un dato más: es la ex novia de Antonio De la Rúa, con quien rompió en malísimos términos.
Shakira vuelve al disco tras cuatro años, tiempo en el que alcanzó la estabilidad sentimental junto a Gerard Piqué y experimentó la maternidad. ¿Sigue siendo una estrella pop voraz?