Jake Bugg. Es la nueva sensación folk de Inglaterra. Con sólo dos discos (Jake Bugg y Shangri La, producido por Rick Rubin) y 20 años, el cantautor ya fue comparado con popes del género como Bob Dylan y Donovan. Su show es tan íntimo como electrizante.
Nine Inch Nails. El proyecto de Trent Reznor no necesita presentación, pero cabe destacar su presencia entre los íconos históricos del Lollapalooza. Desde sus primeros discos a Hesitation marks, su recorrido feroz contentará a fanáticos y recién llegados.
Lorde. Los adolescentes mueren por ella, pero la precoz estrella neozelandesa no es un invento industrial: gloria de la era digital, en sólo un año conquistó al mundo con su debut Pure heroine. En vivo, su sofisticada candidez se vuelve magia pura.
Kid Cudi. Inquieto y rebelde, el actor y rapero estadounidense se codeó con Kanye West, MGMT y Kendrick Lamar en sus inabarcables proyectos, y es ese mismo talento para el golpe de efecto el que lo puso en boca de todos. Lo suyo da curiosidad.
Savages. Fueron una de las revelaciones del año pasado, al menos para la crítica internacional, con su debut Silence yourself. Revisionistas del post-rock gótico (el de Siouxsie & The Banshees), es la hora ideal para evaluar su actuación.
Te recomendamos cinco artistas que vale la pena atender en la priemera edición del evento que comienza este martes en Buenos Aires.